Las entradas al túnel de la Avenida Gregorio Espino ya no son las mismas. Dos pulpos llenos de color a través de la ténica del mosaico, ideados por Estudio A. Moreno, son los culpables del cambio de aspecto de la concurrida avenida. La función de estas figuras es tapar los muros de separación que delimitan en superficie el encaje del pasillo subterráneo mientras que la zona gana atractivo.
Lo más simbólico de esta escultura son las llamativas figuras cubiertas de pequeños trocitos de azulejo. Las figuras fueron realizadas con la técnica del trencadís, sistema cuya autoría se atribuye al maestro catalán Gaudí.